Hace poco llegó a nuestras manos el libro "Los misterios del Baix Vinalopó" de Verónica Cano. Una vez ya leído podríamos destacar muchas de las historias y leyendas que en él cuenta, pero no queremos destripar todos los casos que salen en el libro para no hacer spoiler. Pero sí que os contaremos el caso de la chica de la curva de Santa Pola, para seguir completando nuestro apartado de carreteras malditas de la Comunidad Valenciana que podéis ver en el siguiente enlace.
Link: https://eltrasteromaldito.blogspot.com/2021/04/las-carreteras-malditas-de-valencia.html?m=0
Por cierto, el libro es una guía perfecta del misterio para recorrer Elche, Santa Pola y Crevillente, así que no podía faltar en nuestra biblioteca particular, y os lo recomendamos.
Verónica Cano nos cuenta que en la N-332 a la altura de Santa Pola, en el cruce con una carretera que sale hacia el faro, existe la leyenda de la chica de la curva. Algunos testigos afirman haber visto a una chica de camisón blanco, despeinada y con la boca abierta como si les gritara para advertirles de algo. El cuerpo fantasmal se suele desvanecer a los pocos segundos. La autora hizo su investigación y descubrió que es un punto negro donde suelen haber muchos accidentes, y recalca en el libro lo sucedido el 9 de diciembre del 2000. Una pareja de recién casados conducía su vehículo cuando éste se salió del asfalto justo en esa zona, terminando un día tan especial como es una boda en un trágico accidente, donde el novio pudo sobrevivir y la novia desgraciadamente no tuvo tanta suerte.
No es la primera vez que escuchamos la leyenda de la chica de la curva que va unida a un accidente de unos recién casados, donde la mujer muere con el mismo traje de novia puesto. Que casualidad que exista en distintos lugares no?
Investigando en Google Maps el lugar, nos dimos cuenta que es una zona donde hay algunas trincheras y antiaéreos de la guerra civil. La zona de Alicante fue una de las últimas en caer y eso hizo que el ejército franquista descargara todo su potencial a base de bombardeos aéreos. Es inimaginable lo que los soldados pudieron vivir en las trincheras y las muertes que alli habrían, así que no es de extrañar que los conductores tuvieran otro tipo de visión por esas carreteras. Pero de momento los valientes que se han atrevido a contarlo, sólo nombran a la famosa chica del camisón.