Para la noche de Halloween quería escribir algo diferente a lo que solemos guardar en nuestro trastero. Como estoy algo nostálgico al ver crecer a nuestro hijo recorde esas historias que nos contábamos unos a otros en los pasillos del colegio que nos hacían estremecernos de miedo. En quellos tiempos se hablaba de unos supuestos rituales de invocación que nos aterraban, al tiempo descubri que derivaban de otros, como buenos adolescentes queríamos causar miedo a los compañeros y lo contabamos de forma terrorífica y el voca a voca hacia que al final las instrucciones de dichos juegos llegasen algo diferentes.
La famosa Ouija
La ouija siempre se ha echo en una tabla con las letras grabadas sin luz velas en un ambiente bastante fúnebre, pero en el caso de los colegios servía hasta un papel de libreta o incluso en el suelo escrito en tiza. Como puntero daba igual un vaso que una moneda incluso un simple sacapuntas a pleno luz del día o ha escondidas en los baños , en el institutos cualquier material valia para realizar una "buena ouija". El simple gesto de poner los dedos encima del sacapuntas nos hacía estremecernos y lo peor de todo es que nuestro inconsciente nos hacía imaginarnos cualquier cosa mala. De hecho hay distintos casos alrededor del planeta que acabaron en tragedia por culpa del mal llamado juego de la ouija. Poco más hay que contar de la ouija ya que si has acabado en este blog te interesarán los temas de misterio y sabrás más que de sobra en que consiste y las historias que la rodean.
Verónica, Verónica, Verónica!
También estaba el famoso juego de Verónica. Se decía que a media noche frente a un espejo, rodeado de velas y repitiendo tres veces el nombre de Verónica, hacia aparecerse el espíritu de esa mujer y se te llevaba con ella o te mataba o cualquier cosa mala. Lo curioso es que según en qué colegio el nombre variaba, en mi instituto se decía Adelaida y daba igual si de noche o al medio día nadie se atrevía hacerlo.
Aterraba tanto que un compañero salió blanco llorando por qué otros le habían encerrado a oscuras en el baño y desde fuera ellos habían pronunciado tres veces el nombre de Adelaida. A saber que se le pasaría por la cabeza a ese pobre chico para salir con esa cara de espanto.
En el mundo anglosajón se le conoce el juego como Bloody Mary (María la sangrienta) y no se sabe bien de dónde proviene el jueguecito. El personaje se cree que podria tratarse de María I de Inglaterra. Según el lugar, la leyenda cambia el nombre del personaje y además ese fantasma tiene su historia distinta.
Las tijeras y el libro.
En el juego de la tijera, mis compañeros de clase decían que si dejabas una biblia abierta y ponías unas tijeras dentro también abiertas durante la noche las tijeras salían disparadas y se te clavaban en los ojos. Eso al paso de los años descubrí indagando en el mundo de los misterios que podría provenir del juego de invocación de las tijeras y el libro. En algunos lugares confunden el juego con el de Verónica ya que tiene alguna similitud al poder usarse un espejo como puerta al mas allá.
Consiste en meter una tijera dentro de un libro sagrado (por ejemplo una biblia) sujetando todo con un cordel. Eso va sostenido en el aire por las llemas de los dedos de dos participantes metidas en cada ojo de la tijera. Al realizar preguntas el libro oscilaría hacia un lado o el otro y cada lado significaria si o no.
Lijero como una pluma, duro como una tabla.
Lijero como una pluma, duro como una tabla, era el otro jueguecito que me marcó mi adolescencia, ya que fue uno de los pocos que me atrevi a realizar. Lo típico te juntabas una tarde de tormenta en casa con unos amigos, apagabas las luces y ponias unas pocas velas. Uno de tus amigos se tumbaba en el suelo con las manos cruzadas en el pecho y los demás con solo dos dedos de cada mano bajo el cuerpo del amigo y diciendo repetidas veces todos al mismo tiempo "Lijero como una pluma, duro como una tabla" intentábamos hacerlo levitar como si un fantasma lo fuera a coger y levantarlo. Ami nunca me funcionó nunca llegamos hacer levitar a nadie. Pero siempre había alguno que otro, que decía que su primo el del pueblo si que habia visto como levitaba otra persona. Lo curioso es que según la ciencia sí que se puede conseguir, ya q si somos un número de personas considerables y el del suelo no pesa mucho se puede llegar ha levantarlo sin casi darse cuenta de estar ejerciendo una fuerza para ayudar a conseguir el objetivo.
Hoy en día la tecnología a evolucionado los jóvenes no juegan tanto a estás cosas y pasan más tiempo cara el móvil o jugando a la Play Station. Pero aún así siguen teniendo sus rituales terroríficos como uno que encontré en internet que consiste en estar a oscuras en tu casa y a media noche ir haciendo fotos por las abitaciones con el flash mientras preguntas, Estás ahí?. Se supone que así puedes saber si hay algún ente en tu casa.
Está publicación no es para que la gente coja ideas para realizar está noche de difuntos, ya que muchos de estos jueguecitos puede hacernos mucho daño a nuestro insconciente y crearnos grandes traumas como se han visto en muchos casos. Con esto solo quería recordar la época de instituto en la que también tenía su misterio y sus leyendas. Seguro que usted que está leyendo estás líneas también recuerda estos rituales o incluso seguro que recuerda alguno que no sepamos nosotros o que no hayamos recordado. Si es así no dudes en contárnoslo. Feliz Halloween un año más!!!