Hace poco estuvimos de viaje por la provincia de Girona y decidimos montar nuestro campamento base en Banyoles. Y que mejor lugar que éste pueblo con un lago espectacular, repleto de leyendas. Hoy os contaremos algunas que descubrimos allí.
El lago.
Es lo más destacable y es que es el más grande de toda Cataluña. Tiene varias zonas de baño y encantadores paseos donde podrás observar a los deportistas remando sin parar y su variada fauna. Pero no es todo tan bonito como parece. El lago de Banyoles también tiene su monstruo como el conocido lago Ness ( malas noticias para los que se sienten aterrados por las profundidades). Y es que la leyenda cuenta, que en el siglo VIII existía un dragón enorme que se dedicaba a destrozar las cosechas, pero también se comía al ganado y a personas. Los lugareños estaban tan asustados que pidieron ayuda al conocido Carlomagno. Él mismo junto a un ejército decidieron enfrentarse al dragón, pero no hubo suerte y siguió viviendo en las aguas de Banyoles. Después del fracaso de Carlomagno decidieron llamar a un monje llamado Mer, que era el fundador del monasterio de Sant Esteve de Banyoles. El monje tuvo que ser muy persistente ya que a base de rezos consiguió que el dragón permaneciera escondido en el lago. Hay distintas leyendas del dragón, unas incluyen a la virgen y otras incluso hablan de un pacto con el pueblo y que se hizo vegetariano, cada uno que escoja la que más le gusta.
Pasaron los siglos y la leyenda no cayó en el olvido, ya que dos naufragios ocurrieron en 1913 y 1998, y en éste último aunque se dijo que fue por sobrecarga del barco, causó veinte muertos. La desaparición de los barcos alimentaron más la sospecha de que el monstruo sigue vivo en lo más profundo del lago. A esto le sumas la aparición de algún cadáver flotando y la desaparición de algún que otro nadador a lo largo de la historia, y te hace meterte en sus aguas con cierto respeto e inquietud.
Vista aérea del lago.
Pero el tema del lago no acaba aquí, si no que se habla también de un pequeño triángulo como el de las Bermudas, ya que el lago no se ha tragado solo barcos y nadadores, si no también aviones. El 9 de junio de 1938 durante la guerra civil, dos aviones soviéticos chocaron sus alas estrellándose uno cerca del lago y el otro terminó en las profundidades de sus aguas. Hoy en día todavia quedan restos del avión en sus profundidades, pero no es el único aparato que hay dentro del lago, ya que ciertas personas atribuyen el crecimiento inexplicable de sus aguas a una base extraterrestre para ovnis en lo más profundo. Podéis encontrar algún vídeo de dudosa veracidad de ovnis en Banyoles por YouTube.
Para terminar el tema del lago, los más fantasiosos cuentan que en sus aguas viven lo que llaman ninfas, que se dedican a seducir con sus encantos femeninos a los bañistas, para atraerlos hacia ellas y llevárselos a lo más profundo del lago, donde se supone que existe un palacio de cristal donde ellas viven. Una vez en el palacio no se sabe que harán con el bañista, supongo que por el trayecto se habrá ahogado y con el cadáver amoratado las ninfas se lo comerán como zombis hambrientas. Pero ya cada uno que se imagine lo que quiera.
El paraje de Les estunes.
Les estunes es un paraje natural muy singular en el que existen unas grietas en las rocas por las que puedes pasar para hacerte fotos en su interior, o si te da algo de miedo los sitios estrechos puedes seguir la ruta y ver las grietas desde fuera.
La leyenda nos cuenta que esas grietas eran palacios donde vivían unos seres femeninos de gran belleza a los que llamaban Goges. Eran como unas hadas que de día se escondían en lo más oscuro de las grietas, y de noche montaban fiestas en sus palacios de piedra dejando salir por ellas una luz que maravillaba a cualquiera que pasara por allí. El problema es que la persona que se atreviera a entrar nunca más podría salir a la vida real y se quedaria atrapada e kikin ese mundo de fantasía.
El negro de Banyoles
La historia del negro de Banyoles es de lo más sorprendente porque tiene poco de ciencia ficción. Se trata de un cadáver de un guerrero bosquimano de Sudáfrica que fue robado en 1830 por unos hermanos taxidermistas de Francia. Los hermanos se enteraron del entierro de este guerrero recién fallecido y estos decidieron robar partes de su cuerpo durante la noche cuando nadie vigilaba.
Los taxidermistas utilizaron su craneo y algunas pieles de su cuerpo junto a palos de madera para montar el cuerpo y rellenarlo de papales de forma que no se extropeara. Este esperpento se empezó a exhibir por ferias en Francia hasta que en 1916, lo adquirió el museo de Darder de Banyoles. Allí fue presentado erróneamente como un guerrero del desierto del kalahari y estaba en una sala rodeado de animales disecados como si fuera un trofeo de caza, y fue conocido como "El negre de Banyoles".
Pasaron los años y fue cambiando la perspectiva humana. Ya en el año 2000 algunos concejales no veían bien que el guerrero estuviera expuesto como un animal de feria. Y con la fuerza de esos políticos y de los gobernantes de Sudáfrica, consiguieron que devolvieran el cuerpo a su país natal para hacerle un entierro digno. Pero cuando llego a su país descubrieron que no había cuerpo, solo un cráneo y unas pieles. Se ve que el gobierno de allí se pensaba que el cuerpo del guerrero estaba completo en el museo y llegaron a pensar que los españoles se habían quedado con la mayoría del cadáver. Al poco tiempo de hacer la ceremonia en la ciudad de Botsuana donde fue enterrado los restos del guerrero, comenzaron a haber inundaciones y desgracias naturales, y la gente de allí lo achacó a una maldición por no haber podido enterrar el cuerpo completo.
Como habéis podido leer, Banyoles es un lugar muy especial. Estás son las leyendas más conocidas, pero estoy seguro que sus habitantes guardan las más terroríficas para ellos…
